La Organización Mundial de la Salud recomienda eliminar las grasas trans de los alimentos procesados destinados al consumo humano. La recomendación fue adoptada en la 57° Asamblea Mundial de la Salud en la “Estrategia Mundial sobre Régimen Alimentario, Actividad Física y Salud” (Mayo de 2004).Por ello, la Organización Panamericana de la Salud/Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS), en reconocimiento al alto impacto que imponen las enfermedades crónicas, y en respuesta a la aprobación por parte de los estados miembros de la estrategia regional y plan de acción para un enfoque integrado sobre la prevención y el control de las enfermedades crónicas no transmisibles, ha decidido encabezar las medidas tendientes a la eliminación paulatina de las grasas trans, con la finalidad de mejorar la alimentación y fomentar un estilo de vida saludable en las Américas.En el año 2007, por medio de la Unidad de Enfermedades No Transmisibles, la OPS convocó a la formación del grupo de trabajo “Las Américas libres de grasas trans”. Se solicitó al mismo que evaluara el impacto de las grasas trans sobre la nutrición y la salud, y que debatiera los procedimientos prácticos para eliminarlos paulatinamente de los alimentos, entre los cuales debería tener en cuenta: medidas regulatorias, acciones voluntarias y la factibilidad de recomendar grasas alternativas menos perjudiciales.Los integrantes de dicho grupo de los diferentes países, entre ellos Argentina, se han comprometido a trabajar en el ámbito nacional para promover una diversidad de acciones tendientes a eliminar las grasas trans de producción industrial. Con ese fin, en nuestro país se trabajó en un acuerdo con la industria de alimentos para reducir el contenido de grasas trans en sus productos y simultáneamente en la actualización del Código Alimentario Argentino.En el año 2008, el Ministerio de Salud de la Nación conformó una Comisión Interinstitucional para comenzar a trabajar en las recomendaciones emanadas de la “Declaración de Río de Janeiro – Las Américas Libres de Grasas Trans (OPS/OMS)”.Esta Comisión estuvo integrada por el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca; el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, y las principales Cámaras de la Industria Alimentaria de nuestro país.Como resultado de ese trabajo conjunto, en el año 2010, se realizó la modificación del Código Alimentario Argentino, incorporándose el artículo 155 tris, que establece los valores máximos de grasas trans que pueden contener los alimentos industrializados. Con esta innovadora modificación destinada a mejorar la calidad nutricional de los alimentos, nuestro país se alinea con las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud de limitar el consumo de grasas trans a no más del 1% del total de calorías diarias de la alimentación.Con el fin de complementar la nueva normativa, se impulsó la campaña de comunicación titulada “Argentina 2014 Libre de Grasas Trans”, para difundir la importancia de disminuir el consumo de grasas trans como un factor más en la promoción de la salud.La iniciativa tuvo por objeto trabajar, tanto con el consumidor como con la industria alimentaria, para proporcionar las herramientas que contribuyan al cumplimiento de la normativa. Además, con el fin de complementar y acompañar a los elaboradores medianos y pequeños en la adecuación a la nueva normativa, se elaboró una guía para PyMEs, a fin de brindar recomendaciones de reemplazo por alternativas de grasas más saludables. Este material también fue distribuido a todas las jurisdicciones sanitarias del país y se brindaron capacitaciones para fortalecer el acompañamiento en territorio.