Página 637 - FARMACOPEA

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Fuente no sellada
- Fuente radiactiva prevista
para ser empleada de tal manera que la sustancia
radiactiva se encuentre en contacto directo con el
medio ambiente. En una fuente no sellada, el
material radiactivo es directamente accesible.
Generalmente, se admite que pueda ser sometida a
manipulaciones físicas o químicas, durante el
transcurso de las cuales puede ser transferida de un
envase
a
otro.
Las
preparaciones
radiofarmacéuticas entran dentro de esta categoría.
Fecha de vencimiento
(ver.
Consideraciones
Generales
) - Se establece teniendo en cuenta las
propiedades radiactivas del producto y los
resultados de estudios de estabilidad de la forma
farmacéutica final.
Fecha de elaboración
- Fecha en la que ha
finalizado el ciclo productivo de la preparación
farmacéutica.
Fecha de ensayo
- Fecha (y hora en caso de
corresponder) en la que es efectivamente realizado
el ensayo para radiactividad.
Fecha de calibración
- Fecha y hora asignada
en forma arbitraria en la que se calcula la
radiactividad del producto para conveniencia del
usuario.
MEDICION DE RADIACTIVIDAD
Uno de los objetivos del control de calidad de
las preparaciones radiofarmacéuticas consiste en
determinar su actividad y controlar su pureza. Con
tal objeto se emplean distintos detectores que
basados en que las partículas o radiaciones que con
ellos interactúan producen fenómenos que permiten
medir la cantidad y eventualmente la energía de las
partículas y radiaciones detectadas.
En los detectores se puede emplear la ionización
de gases, la formación de pares electrón-vacante
positiva en semiconductores o combinación de
semiconductores o el fenómeno de centelleo tanto
en sólidos como en líquidos. Cada uno de estos
detectores tiene sus aplicaciones y posibilidades que
deben ser conocidas por el profesional que los
emplea. En todos los casos, como resultado de la
interacción entre la partícula o radiación con el
detector se producirán cargas que pueden hacerse
evidentes registrando la actividad mediante pulsos
(caídas de tensión sumamente breves) o mediante
una diferencia de potencial a la salida del detector.
Una u otra forma de registro depende del producto,
de la resistencia,
R
, y de la capacidad,
C
, acoplada
al detector. Cuando el producto
RC
, denominada
constante de tiempo, es menor que el tiempo
transcurrido entre la llegada de una partícula o
radiación y la próxima, tendremos un circuito
diferenciador y se obtiene un pulso por cada
partícula o radiación detectada. La magnitud de la
caída de tensión de dicho pulso se denomina altura
de pulso y es directamente proporcional a la energía
de la partícula o radiación detectada. Es la forma
más frecuente de detectar actividades y se emplea
cuando la actividad de la muestra es constante
durante el tiempo de medición. Cuando esto no es
el caso, se aumenta el valor de
RC
de forma tal de
no detectar cada pulso separadamente sino en forma
acumulada. Tendremos entonces un circuito
integrador, en el que a la salida del detector se
genera una diferencia de potencial que es
proporcional al número de pulsos por segundo y a
la actividad de la muestra. En el caso particular de
las cámaras de ionización es posible registrar
directamente la intensidad de corriente que circula a
través de ella, valor que, una vez llegado a
saturación, es proporcional a la actividad de la
muestra radiactiva. La pendiente inicial de la curva
de intensidad en función de tiempo, [(di/dt)
t=0
],
también es proporcional a dicha actividad.
Independientemente del método de su
determinación, el número de pulsos por segundo
será proporcional a la actividad. El factor de
proporcionalidad es la eficiencia de medición del
detector,
E
, que se expresa en pulsos o cuentas por
desintegración.
La eficiencia de medición está determinada
esencialmente por la eficiencia intrínseca (la
tracción detectada por partícula que entra al
volumen sensible del detector), la geometría (la
fracción de partículas emitidas que llega al
detector), el factor de corrección por el tiempo
muerto del detector, el factor de corrección por
retrodispersión, el factor de corrección por
autoabsorción y autodispersión en la muestra. El
tiempo muerto de un detector está relacionado con
el tiempo que debe transcurrir luego de la detección
de un pulso para que el detector pueda volver a
detectar otro pulso. Si durante este tiempo muerto,
τ
, entra una partícula o radiación al detector éste no
la detectará. En este caso se produce una pérdida
por coincidencia. Cuanto mayor es
τ
, más
importantes serán las pérdidas por coincidencia. Si
se simboliza como n al número de pulsos por
segundo corregidos por errores de coincidencia y
como m al número de pulsos observado, se verifica
que t = [(1/m) - (1/n)]. Si se prepara una serie de
muestras de actividad creciente es posible
determinar experimentalmente el tiempo muerto.
Una vez conocido éste, la corrección de la actividad
medida observada se realiza con la ecuación
siguiente:
n=m / (1 m
τ
)