=>BB4 # '
$
)
Los Cuidados Paliativos surgen en la década del
50 como una respuesta científica y humanista para
los enfermos adultos con cáncer avanzado y
terminal. El fracaso en la farmacoterapia contra el
dolor en los pacientes agonizantes genera el
nacimiento de una nueva especialidad en donde los
fármacos opioides cobran protagonismo.
El cambio del objetivo terapéutico de curar por
el objetivo de brindar alivio tanto del dolor como de
cualquier otro síntoma que tuviera el paciente y el
compromiso de acompañamiento para él y su
familia durante el transcurso de su enfermedad son
los pilares básicos de la Medicina Paliativa. A éstos
debemos agregar el Cuidado de los que asisten al
enfermo; éste constituye el tercer pilar en el cual se
establecen las estrategias que permiten al equipo de
salud que asiste a estos enfermos y familias no
agotarse en el trabajo.
Dar jerarquía e importancia a los síntomas y su
alivio frente a una enfermedad que no tiene
posibilidades de curación es el mayor aporte que
esta nueva especialidad ha dado a la medicina a
finales del siglo pasado.
El modelo se extendió hacia la asistencia a otras
enfermedades y grupos de pacientes. Enfermedades
crónicas evolutivas: Enfermedad Pulmonar
Obstructiva Crónica, enfermedades neurológicas
invalidantes, cardiopatías, enfermos con Síndrome
de Inmunodeficiencia Adquirida (HIV), etc.
En Pediatría desde su comienzo a fines de la
década del 70 se aplicaron no sólo para niños con
enfermedad terminal sino también para niños con
enfermedades crónicas amenazantes para la vida
(enfermedades genéticas, neurológicas evolutivas,
Cardiopatías, Fibrosis Quística Pulmonar, etc.). Sus
bases filosóficas y metodológicas son iguales: alivio
de síntomas, acompañamiento del niño y su familia
y cuidado del equipo asistencial.
Los Cuidados Paliativos por lo tanto, se ocupan
de la asistencia de personas con enfermedad en
etapa incurable y terminal, a fin de garantizar la
máxima calidad de vida posible al enfermo y a su
grupo familiar.
La Organización Mundial de la Salud define a
los Cuidados Paliativos como la
“asistencia
integral, individualizada y continuada de las
personas enfermas en situación avanzada y
terminal, teniendo en el enfermo y su familia la
unidad a tratar, desde un punto de vista activo, vivo
y rehabilitador con objetivos de confort”.
Los Cuidados Paliativos son brindados por
equipos interdisciplinarios de salud, que deben
garantizar:
1.
Control de síntomas
: el dolor y un
conjunto de síntomas discapacitantes aparecen
con marcada frecuencia en estos enfermos: su
alivio apropiado es una de las funciones
principales del programa, mejorando los
síntomas y el nivel de actividad.
2.
Acompañamiento
: se trata de la táctica de
cuidados psicológicos y espirituales que, con
absoluto respeto a la personalidad y las
creencias de los pacientes y sus familiares,
facilita el nivel de adaptación a la situación
presente y ayuda a prever complicaciones
evitables (ej.: claudicación de la familia,
trastornos en los niños, duelo patológico,
imposibilidad de hallar un sentido personalizado
a la dolencia).
3.
Cuidado del equipo asistencial
, tercer
pilar de la medicina paliativa estableciendo
estrategias que permitan al equipo de salud que
asiste a estos enfermos y familias no agotarse
por el trabajo.
'
“El dolor es una desagradable experiencia
sensorial y emocional que se asocia a un daño real
o potencial de los tejidos o que se describe en
términos de dicho daño”
. (Asociación Internacional
para el Estudio del Dolor)
El dolor es siempre subjetivo. Cada individuo
aprende a aplicar este término a través de
experiencias traumáticas en los primeros años de
vida. Indudablemente se trata de una sensación en
una o más partes del cuerpo, pero también es
siempre desagradable y por lo tanto supone una
experiencia emocional.
Generalmente se asocia el dolor a la llegada de
un estímulo nociceptivo al Sistema Nervioso
Central. Sin embargo existen ocasiones en las que
el cerebro puede generar dolor en ausencia de esta
aferencia. Esto es debido a la existencia en el
cerebro de una representación de la imagen corporal
denominada neuromatriz.
Es fácil de comprender entonces que la
percepción del dolor puede ser modificada de varias
maneras, ya sea modificando las aferencias
(analgésicos, kinesioterapia) o las diversas
influencias corticales (psicoterapia, técnicas
cognitivo conductuales) que recibe la neuromatriz.