de la fase estacionaria, que a veces se une
químicamente a la superficie interna, es de 0,1 a
1,0 mm, aunque para las fases estacionarias no
polares puede ser hasta 5 mm.
Las columnas rellenas, de vidrio o metal, poseen
un diámetro interno de 2 a 4 mm y 1 a 3 m de largo.
Generalmente contienen un polímero poroso sobre
soporte sólido o solo soporte sólido.
El tiempo de retención y la eficiencia dependen
de la temperatura, del caudal del gas transportador.
El tiempo de retención es también directamente
proporcional a la longitud de la columna, mientras
que la resolución es proporcional a la raíz cuadrada
de la longitud de la columna. Para las columnas
rellenas, el caudal del gas transportador se expresa
generalmente en ml por minuto a presión
atmosférica y temperatura ambiente y se mide a la
salida del detector con un caudalímetro mientras la
columna está a la temperatura de trabajo. Para un
caudal determinado, la velocidad lineal a través de
una columna rellena es inversamente proporcional
al cuadrado del diámetro de la columna. Para las
columnas capilares habitualmente se emplea
velocidad lineal en lugar de caudal.
- Un detector seleccionado de acuerdo a las
características de la muestra. El detector debe
mantenerse a una temperatura superior a la de la
columna para impedir la condensación de las
sustancias eluidas. Para los análisis cuantitativos
los detectores deben brindar una respuesta que debe
ser directamente proporcional a la cantidad de la
sustancia presente en el detector para un intervalo
amplio de concentraciones.
El detector más
comúnmente empleado es el de ionización a la
llama pero también son empleados el de
conductividad térmica, captura electrónica,
nitrógeno-fósforo y espectrometría de masa.
Detector de ionización a la llama: poseen un
intervalo lineal, amplio y es sensible a la mayoría
de los compuestos orgánicos. La respuesta de los
detectores depende de la estructura y la
concentración del compuesto y del caudal del gas
de combustión, del aire, del gas de compensación y
del gas transportador.
Cuando se emplean
columnas rellenas el gas transportador puede ser
helio o nitrógeno y cuando se emplean columnas
capilares el gas transportador puede ser helio o
hidrógeno, a menos que se especifique de otro
modo en la monografía correspondiente.
Detector de conductividad térmica: posee un
alambre a una temperatura determinada, colocado
en la corriente del gas transportador. Mide la
diferencia de conductividad térmica entre el gas
transportador junto con la muestra y el gas
transportador sólo cuando atraviesan el detector.
Este detector responde en forma uniforme a las
sustancias volátiles cualquiera sea su estructura, sin
embargo, es considerablemente menos sensible que
el detector de ionización a la llama.
Detector de ionización a la llama alcalino: a
veces llamado NP o detector de nitrógeno-fósforo,
contiene una fuente termoiónica, constituida por
una sal de un metal alcalino o un elemento de vidrio
que contiene rubidio u otro metal, que produce la
ionización de compuestos con nitrógeno y fósforo
orgánicos. Es un detector selectivo que muestra
poca respuesta a los hidrocarburos.
Detector de captura electrónica: contiene una
fuente de radiación ionizante.
Presenta una
respuesta sumamente alta con sustancias que
contienen halógenos y grupos nitro pero pequeña
con hidrocarburos. La sensibilidad aumenta con el
número y peso atómico de los átomos de halógeno.
- Un registrador que recibe la señal del detector
y calcula las respuestas de los picos e imprime el
cromatograma
con
los
parámetros
del
cromatograma y los picos. Los datos obtenidos
pueden almacenarse y reprocesarse, con cambios en
la integración y otras variables de cálculo según sea
necesario.
Los datos también pueden recolectarse para ser
medidos manualmente en registradores sencillos o
en integradores que pueden calcular respuestas de
picos o que producen cromatogramas con
respuestas y alturas de los picos y permiten el
almacenado de datos para un posible reprocesado.
Procedimiento
- Acondicionar la columna, el
inyector y el detector. Preparar las soluciones
estándar y muestra según se especifica en la
monografía correspondiente.
Calibrar el aparato con las soluciones estándar y
determinar las cantidades a inyectar para obtener
una respuesta apropiada.
Inyectar por separado las soluciones estándar y
muestra, registrar los cromatogramas y medir las
respuestas de los picos según se especifica en la
monografía correspondiente.
Una fuente importante de error es la de
irreproducibilidad en la cantidad de muestra
inyectada, en particular cuando se hacen
inyecciones manuales con una jeringa. Para reducir
esta variabilidad, se agrega un estándar interno,
compuesto que no interfiere en el cromatograma, en
la misma concentración en las soluciones muestra y
estándar.
El cociente entre la respuesta de la
sustancia ensayada y la respuesta del estándar
interno se compara de un cromatograma a otro. El
estándar interno debe ser sometido a todo el proceso
de preparación de la muestra, para controlar además
otros aspectos del análisis cuantitativo.
Los