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Es muy frecuente que los chicos coman
fuera de la casa, tanto en épocas escolares
como en vacaciones. Una de las opciones
más utilizadas por los padres es la prepara-
ción de viandas caseras.
Sin embargo, la manera en que éstas se
trasladan puede resultar riesgosa para la
salud de los más chicos si no estamos aten-
tos a su armado y conservación. Para evitar
inconvenientes hay que cumplir con las
normas básicas de seguridad alimentaria y
nutrición.
Tengamos en cuenta algunas sugerencias
para adquirir buenos hábitos en el armado
de una vianda saludable:
Lavado de manos:
tanto para quien prepa-
ra la vianda, como para el niño que la vaya
a consumir. Lavarse adecuadamente las
manos antes de preparar la vianda y cada
vez que éstas puedan contaminarse, por
ejemplo: luego de ir al baño, cambiar paña-
les, tocar mascotas, etc. Recordar siempre
utilizar agua potable.
Es tan importante adquirir el hábito de
lavarse las manos como saber de qué
modo hacerlo: para eliminar aquellos
microorganismos que puedan resultar
peligrosos y causar enfermedades es
fundamental usar siempre
agua segura
y jabón. Frotar las palmas hasta formar
abundante espuma. Prestar especial aten-
ción a ambos lados de las manos, entre los
dedos, alrededor de los pulgares y bajo
las uñas. El proceso debe durar al menos
20 segundos.
Limpieza de la cocina:
para la elaboración de
alimentos resulta esencial mantener la higie-
ne de la cocina y los utensilios, que deberán
lavarse con detergente y enjuagarse con
abundante agua. En el caso de las superfi-
cies, se recomienda limpiarlas con lavandina.
Higiene de los envases:
todos los recipien-
tes utilizados para el transporte y conserva-
ción de alimentos (envases herméticos,
luncheras, termos e incluso los refrigeran-
tes usados para mantener la temperatura)
deberán lavarse diariamente con agua
caliente y detergente.
Preparación de los alimentos:
es reco-
mendable que los alimentos que formen
parte de una vianda sean conservados a
temperaturas seguras (menos de 5º y más
de 60º) y protegidos de la contaminación.
Para eso hay que colocarlos en envases
aptos, tales como los recipientes de plásti-
co o bolsas de cierre hermético, que se
consiguen en diferentes tamaños. Las
bolsas de supermercado no deben utilizar-
se para su conservación. Una vez prepara-
dos y dispuestos en los envases adecua-
dos, lo ideal es ubicarlos en una conserva-
dora con aislante térmico.
Los perecederos no pueden estar más de 2
(dos) horas expuestos a temperatura
ambiente, ya que existe riesgo de crecimien-
to bacteriano. Para conservarlos se utilizan
los refrigerantes que se colocan en las
luncheras o envases contenedores.
Las bebidas congeladas ubicadas entre los
envases de alimentos pueden contribuir a
Cuáles son los peligros de no conservar debidamente los alimentos
que preparamos durante el verano.
Cómo preparar viandas saludables