PRÓLOGO
En el 2002 los argentinos hemos atravesado un año particularmente duro. En muchos ámbitos, y el de la
salud no es una excepción, problemas estructurales de larga data se combinaron explosivamente con la debacle
política presionando violentamente sobre las condiciones económicas, sociales y sanitarias de nuestra
población.
En tal contexto, ciertas prácticas toleradas durante demasiado tiempo, aparecen a la luz con toda su
crudeza y, podría decirse, su inmortalidad. Tal es el caso en el mercado de medicamentos, de su particular
forma de organización y competencia —o, debería decir, su particular manera de evadirla— que han impuesto a
los argentinos un costo desmesurado a cambio de muy poca salud.
Pero las crisis son también oportunidades. La oportunidad de consensuar políticas públicas con los
diversos sectores involucrados en pos de un objetivo claro: que el mercado de medicamentos esté al servicio de
la salud de la población — y no a la inversa—.
El cambio requiere operar a la vez en varios frentes. La promoción del nombre genérico de los
medicamentos es sin duda una estrategia central. El objeto y alcance de tal estrategia es sencillo y transparente:
se trata de divorciar el acto clínico de prescribir un medicamento del nombre de fantasía de un producto y los
intereses comerciales detrás del mismo.
Corrido el velo de la marca comercial comienzan a polemizarse naturalmente otros temas relacionados a
la calidad de los medicamentos. Mal podían surgir tales discusiones si el factor principal para decidir una
prescripción radicaba en la promoción comercial.
Y en ese ámbito el Estado tiene un rol fundamental. Es en este contexto que la presente obra adquiere su
real dimensión y valor. Se trata de una contribución fundamental para promover la continua mejora de la
calidad de todos los medicamentos.
El 2003 debe ser el año de la consolidación de la Política Nacional de Medicamentos. Una política activa
y comprometida con el objetivo de promover el acceso a los medicamentos para toda la población Argentina.
Iniciamos el año con un nuevo Formulario terapéutico Nacional y ahora profundizamos este esfuerzo a través de
la elaboración de esta nueva edición de la Farmacopea Argentina.
Una vez más los convoco, al igual que al resto de nuestros compatriotas, a renovar el compromiso
demostrado con una política pública que garantice a todos los argentinos el acceso a la salud.
Dr. Ginés González García
Ministro de Salud de la Nación